Las currucas son aves insectívoros pequeñas, que pertenece a una gran familia, se sabe que en la Península Ibérica crían 21 especies. Viven en terrenos arbolados, monte bajo, ó terrenos herbáceos, algunas las podemos escuchar y ver en parques urbanos. Sus movimientos son rápidos y constantes, nerviosas y "eléctricas", diría yo. Aunque normalmente pasan la mayor parte del tiempo ocultas, podremos verlas entre la vegetación cuando saltan de percha en percha. Algunas de las especies habituales en jardines, son:
La Curruca cabecinegra, quizá la especie menos tímida de todas por lo que se deja ver con facilidad
La Curruca capirotada, en invierno suele ser muy habitual en terrenos con arbustos ó árboles.
La Curruca rabilarga, como las anteriores muy frecuentes en estas zonas urbanas.
Estas currucas pertenecen al género Sylvia que se compone por 19 especies; de complexión fuerte poseen pico y pies robustos, cola estrecha y cuadrangular. La coloración del plumaje es gris ó parda por encima y blanca u ocre por debajo. Su canto es muy parecido por lo que se requiere bastante experiencia para poder identificarlos.
Las fotografías de la rabilarga y cabecinegra las he realizado en un pinar cerca a Huelva, en un comedero muy bien cuidado y controlado por otros dos grandes artistas de la zona, los amigos Juan Manuel Breva y Rafael Zapata.
La Currua capirotada está fotografiada en el bebedero/comedero que mi infatigable compañero Miguel Velázquez tiene preparado en el patio de un pueblecito en las Vegas bajas del Guadiana. De este comedero seguré hablando porque es increible la riqueza y variedad de especies que acuden.
Como siempre agradezco a estos tres buenos amigos la oportunidad que me ofrecieron en compartir muy buenos momentos fotográficos y "chuleteros".
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